Saturno devorando a su hijo (Goya) |
La Crisis del
Capitalismo que nos hace mirar lo epocal
¿Tras una emergencia planetaria y una actual
penúltima transición?
Dos reflexiones
concretas ante el trabajo TRES GRANDES
ÉPOCAS Y DOS GRANDES TRANSICIONES EN LA HISTORIA DE LAS SOCIEDADES. La transición
epocal actual en Nuestra América y el mundo[1].
Eudes
Navas Camacho
Desde dónde podemos iniciar una
discusión de fuste nutritivo ante la idea de que hay Tres épocas y Dos
transiciones, grandes ambas, de la sociedad conocida. Pues cuidado si estamos
promoviendo el espíritu del fin de la historia.
Una idea estimulante a decidir desde qué
óptica ver esta propuesta y comenzar a revisarla, o desde qué ánimo observar
una periodificación semejante, surge
del afirmativo que hay una emergencia planetaria. Sobre esta emergencia se indica:
es producto de la crisis estructural del capitalismo; a tal sentencia podemos agregar
que puede ser una crisis específica de los sometidos que ejercen el modelo o simplemente
del ámbito general el que tiene que ver con pensamiento, formas, leyes, tesis,
algoritmos prácticos, algoritmos esenciales, prácticas particulares, teorías y
contabilidades históricas de tres barras: deber, haber y habrá.
La otra posibilidad para iniciar la discusión
desde nuestra perspectiva y tiempo es hasta este momento es el asunto de la
2da gran transición; vale decir que no despreciamos el diseño reflexivo como
elemento a precisar en esta primera confrontación con la propuesta de las Tres
Grandes épocas. Por supuesto que ameritan un tanto la misma crítica aunque nos parecen
correctas desde el punto de vista de establecer otro maná de observación e interpretación
de este proceso humano tan importante, pero nos quedamos en la transición por
lo de El sujeto, otra vez sujeto decimos aquí.
Avancemos en aportes críticos y edificantes
necesarios veamos ambos puntos:
Una
emergencia planetaria: Tomemos de la introducción del trabajo
referido lo siguiente:
INTRODUCCIÓN. El objetivo central del trabajo es
avanzar en la fundamentación de la necesidad y posibilidad del cambio epocal y
su correspondiente manera de gestionarlo, para responder a la emergencia
planetaria[2]
que la crisis estructural y general del sistema del capital clasista ha
provocado, poniendo a la humanidad y múltiples especies en peligro de
extinción. Para ello la Investigación se hará en cuatro partes
interrelacionadas (Corena, Jaime y otros Julio 28 de 2016)
Piensa uno como observador: -Empezaron mal metiéndonos miedo. Hay una
emergencia y esa es la motivación. Una emergencia que es, el estrechar el
oxigeno y las posibilidades de pensamiento y tapiar la razón con procedimientos
ajustados por una autoridad, una institución y un momento espacio. Meter miedo
es del Orden clásico, no sólo de capitalistas, sino de los modernos, sean éstos
al estilo clásico o sean insobornables pioneros al estilo cuáqueros con
leyendas de emprendedores y colonos asediados a pesar del amparo de signos y
libros sagrados.
En este sentido entendemos que partir de
pensar en una emergencia planetaria va obligar a observar desde el plano de El Salvador,
del paladín. La emergencia, ¿será suficiente para entender la serie de
acontecimientos ampliados de este mundo hecho sociedad a partir de seres humanos
implicados? Vale preguntarse: ¿estará este enfoque/base abonándose al pivote emergencia solamente por la depredación,
esas espantosas como la que se originan por crisis energéticas, como la que
depredó el pulmón vegetal europeo para garantizarse la energía leñosa (antes de
la aparición del petróleo como combustible de consumo universal) convirtiendo
todo en praderas, esas que hoy pueden parecernos hermosas pero que en realidad
son evidencias del asesinado ambiente boscoso europeo y que la inocencia
implicada hace temas de almanaques que como cortesía publicitaria regalaban las
mueblerías para adornan desde enero las casas de los beneficiarios de créditos
mobiliarios del vecino turco.
Una emergencia planetaria o sistémica,
como tal emergencia no es más que un sujeto bien sujeto, así que la maniobrabilidad
de escrutinio estará constreñida más por tiempo que por espacio y su
posibilidad de libertad de análisis la coartará por la necesaria explicación
inmediata y resolutiva que provoca una emergencia, al menos así lo confiensan la
costumbre, la máxima experiencia y el movimiento real[3]. Para ser más crítico,
plantearse someter al capitalismo y su crisis porque nos tiene al borde de la
muerte es necio, y ¿si no nos tuviera al borde de la muerte planetaria? El
problema de plantearse porque estudiar y criticar la morfología de análisis
histórico pensando en un cambio de época o lo epocal como cambio debe irse a lo
absurdo del sistema capitalista como sistema explotador, como valedor de anti-valores,
como generador de iniquidades humanas fundamentales y como expolio de la
voluntad humana por una adoración cuasi politeísta rapera donde la decadencia y
explotación del prójimo es su axioma definitorio. Ahí la primera impresión.
La
2da Gran Transición. La llamamos la actual penúltima, porque de
inmediato nos sonó a que con ella acaecía el término de la historia, guardando
los respetos y distancias necesarias y correctas.
Vayamos a considerar el asunto de las
épocas y sus transiciones. Tres grandes épocas, Dos grandes transiciones. Dicho
así parece que hasta ahí llega la cosa o reproducimos el modelo gráfico antiguo
solo que diferenciamos determinantes bajo precisión marxista. Pero surge la
gran duda ¿quién hace la transición un sujeto histórico? ¿Cuál es la voluntad
supuesta de este sujeto? Para una transición ¿qué prerrequisitos deben estar
contenidos en ese sujeto histórico? ¿Está el sujeto histórico desmineralizado
como pueblo, como cosmogónico del ancestro atávico capitalista?
Hay mucho de descanso en el sujeto
histórico. Las determinantes estructurales, orgánicas y culturales son partes
de la trascendencia que hasta en lo mitológico como explicativa reconoce y
hacen del sujeto histórico eso un sujeto y volvemos al punto perspectiva y no
enfoque. ¿La trascendencia la vamos a escrutaro como un evento ordinal al
sujeto? ¿Porqué no llamarlo implicado?
Será que implicado tiene que ver más que voluntad con pertinencia, interés, contenidos
y exposición directa y no reactiva que nos lleve en su momento a
ver al sujeto como eso, un sujeto pobre, entonces pobreza, un sujeto alienado
entonces alienación, un sujeto receptor del foro comprensivo del observador y
su comunidad. Implicarlo y no sujetarlo en la referencia de observación sería
menos lineal y más explosivo de esas determinantes lógicas formales que
justamente el ser implicado tendría que desproporcionar sino queremos aun
asumirlo como generador de transformación adverso ley, adverso nominativo,
adverso razón adverso evolutivo.
Esta segunda gran transición, al margen
de qué modo o tiempo la someta, tiene que transitar los propios cambios que la
originan. La debilidad de la iglesia católica del medio evo y el paso de la razón para la verdad y del Estado para el
control, estuvo allí adentro del proceso implicada como generador por errores o
intereses de su des ascenso; va a ser
el cambio el propio plasma del cambio. Por ello pensamos que esta segunda transición
axiomáticamente será la penúltima para dar pie a que no hay última en historia
y menos pensar que salir del capitalismo será salir del oprobio o de los
sistemas antihumanos, anticultura colectiva, anti vida conocida; pudiera un
sistema sustituto al que tiene en emergencia este mundo traer su propia
emergencia y más transiciones; ¿pero podremos explicarlo si seguimos siendo
sujetos?
Una conclusión ahora: La propuesta es
discutir sobre el sujeto histórico como punto de referencia de aprehensión de la
realidad. Está resuelto que la noria seguirá girando sobre su propio eje físico
nos guste o no, ello nos mueve a pensar sobre el implicado, aunque pudiéramos
estar equivocándonos otra vez por defecto del método. Aún así, a la orden
contra el orden.
Eudes Navas Camacho
Marzo 2017
[1] Propuesta de Programa de
Investigación. A la luz del dialogo Marx, Mariateguí, Fidel, El Che, Chávez et
al y el sujeto histórico del cambio epocal.
Responsables de edición: Jaime Corena Parra, Rafael Enciso y Humberto
Trómpiz. Coro,
San Cristóbal, Maracaibo y Bogotá Julio 28 de 2016. Material mimeografiado
disponible por los autores.
[2] Subrayado nuestro
[3] Apropiándonos
del concepto de Marx expuesto en: Feuerbach,
Oposición entre las concepciones materialista e idealista (Primer Capitulo de La
Ideología Alemana). Visto en https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/feuerbach/2.htm
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar