Realidades vs. Historia: unas de la industria petrolera por el claustro mass mediático contemporáneo.
Realidades vs. Historia: unas de la industria petrolera por el claustro mass mediático contemporáneo.
Introducción:
Los noticieros hacen valer su presencia en la vida
contemporánea a partir de historias que convierten en noticias e informaciones
que luego se transforman en realidad. Los hechos noticiosos se convalidan en el
mechero de una audiencia que ocupa su espacio en el hábito de ver los
noticiarios y programas de opinión. Las posibilidades de enterarse pasan a estar
clausuradas al mass media[1] -aunque eso que se pueda decir allí no
necesariamente sea verdad.
Las historias que acompañan a la noticia deberán convencer a
la audiencia de su contemporaneidad, de lo contrario serían más explotados los
programas historiográficos o tal vez documentales con contenidos de mayor
calidad en su producción. Pero es el diarismo una de las características de
evento periodístico y comunicacional actual. Las noticias duran tan poco porque
primero: las obliga la dictadura del rating y segundo no pueden ceder a una de las
funciones básicas de los medios de comunicación: el entretenimiento[2].
La noticia y lo informativo de los medios pasa a entretener, pero además debe
ser apetecible y vigente.
De allí la propuesta de este ensayo, revisar en
acontecimientos-temas no locales no
nacionales que fueron tamizados por los medios dentro del ámbito de la
industria petrolera, fuste del modelo civilizatorio actual y del cual es pendente
toda la contemporaneidad del siglo XX y XXI de Venezuela. El que sean no
locales o no nacionales es para abonar en la necesidad de reforzar criterios
reflexivos que permitan entrar en lo local y nacional sin trincheras
prefabricadas.
1. Una de la
industria petrolera, con su historia mass mediada
En el siguiente extracto podrá apreciar el lector un tipo de
composición a la que está expuesto el público de noticias, entre otras cosas
podemos observar una ruta de comentarios que serán del agrado o no de lector,
sin embargo el contenido estructurado como una especie de crónica, sin más
referencia que la propia narración, es parte del bombardeo noticioso que busca
entretener:
“Bin Mahfouz se
casó con la hermana de Bin Laden. A nadie le llamó la atención... Tampoco
sorprendió que aportara sus recursos económicos y humanos a la sociedad Carlyle
(sociedad en la que Bush padre es líder) a través del Banco Comercial de
Pakistán, del cual Bin Mahfouz es dueño. Sumemos a esto que en 1995 el Bin
Laden Group entregó para su gestión varios millones de dólares a Carlyle...
También, en ese mismo año aparece como dueño del Banco Nacional de Comercio de
Sudán, precisamente cuando Bin Laden vive allí. No mucho después, el FBI acusó
a Bin Mahfouz de ser una de las fuentes de financiación de Al Qaeda. Como si
fuera poco la empresa Delta Oil, propiedad de Bin Mahfouz, se ha convertido en
la segunda más representada en el consorcio Centgas, que gracias al apoyo del
actual gobierno de Estados Unidos construirá los gaseoductos que atravesarán
Afganistán, ¿no era importante para los Bush dominar a como de lugar esta zona,
mediante los Talibán o el actual régimen? Curiosamente, para una empresa de
Delta Oil trabaja el presidente de la comisión independiente nombrada por Bush
hijo y que se encarga de aclarar los puntos oscuros y "negligencia"
de la administración norteamericana que desembocó en los atentados del 11 de
septiembre. Es decir todo quedó entre familia y socios.
A nadie ha de extrañar entonces el apoyo en armamento y hombres que dio el gobierno de EE.UU. al ejército Talibán (años 80) para expulsar a los soviéticos de Afganistán que era paso obligado para los gaseoductos y oleoductos de la zona de Turkmenistan, zona sobre la cual se interesó desde aquel tiempo uno de los consorcios petroleros norteamericanos mas grandes del mundo: Unocal, que apoyo decididamente al Talibán en dicha guerra. Luego Unocal y Delta Oil se consorcian y forman Centgas. No cabe duda que los Bush y los Bin Laden tenían como objetivo estratégico esta invasión en la que murieron más de 150,000 rusos y afganos. Donde se impuso un régimen Talibán tirano y violador de los derechos humanos.
La agresión de EE.UU. contra Irak también tiene su origen en los intereses del consorcio Bush - Bin Laden, fue en aquellos años (1990) que ambos grupos iniciaron la pantomima de su enfrentamiento”[3]…
A nadie ha de extrañar entonces el apoyo en armamento y hombres que dio el gobierno de EE.UU. al ejército Talibán (años 80) para expulsar a los soviéticos de Afganistán que era paso obligado para los gaseoductos y oleoductos de la zona de Turkmenistan, zona sobre la cual se interesó desde aquel tiempo uno de los consorcios petroleros norteamericanos mas grandes del mundo: Unocal, que apoyo decididamente al Talibán en dicha guerra. Luego Unocal y Delta Oil se consorcian y forman Centgas. No cabe duda que los Bush y los Bin Laden tenían como objetivo estratégico esta invasión en la que murieron más de 150,000 rusos y afganos. Donde se impuso un régimen Talibán tirano y violador de los derechos humanos.
La agresión de EE.UU. contra Irak también tiene su origen en los intereses del consorcio Bush - Bin Laden, fue en aquellos años (1990) que ambos grupos iniciaron la pantomima de su enfrentamiento”[3]…
En este
caso quien publica la crónica citada es un medio de los llamado alternativo, de
los que han surgido ante la posibilidad técnica que ofrecen los distintos
medios y canales, entre ellos Internet, pero también gracias a la
monopolización e imperio de las grandes cadenas y consorcios de la comunicación
que obligan a los profesionales a hacerse de sus propios escenarios.
Se trata en
este caso de un asunto noticioso conocido y que se debate precisamente por los
manejos específicos que dieron los medios de comunicación de los grandes
consorcios empresariales a este caso en particular. En todo caso, lo que se
trata es de exponer los puntos de vista que dentro de la pretendida crónica se
introducen. El punto nuestro no está en criticar esta crónica en su veracidad,
nuestro punto es interpretar esto como un productor alternativo de realidad. La
mercancía en este caso es esa realidad.
El contraste
que es necesario evidenciar en el mundo de lo cotidiano y de las grandes
noticias es que tienden a exacerbar la parte de las percepciones, al ligero
entendimiento y toma de posición que entre una postura y otra demuestra cual es
la tendencia de los medios y comunicadores en este mundo del entretenimiento.
Esto es
parte del mundo actual, como suele decirse. Esta es parte de la realidad. Así
el reconocimiento que hacen, desde el interior de la comunicación de masas,
surge con la inmediatez que permite a una tal verdad -o realidad ser un consumible
de rápida reposición. En consecuencia se corre el riesgo de la insolvencia con
la verdad o del irrespeto a la inteligencia del lector o audiencia, según sea
el caso. ¿Pero tiene sólo que ver un interés económico llano o una práctica de
contradecir al poderoso esta inmediatez e insolvencia con la veracidad?
Hasta ahora
esa misma inmediatez y descontrol que nos proporciona el ambiente de lo
tangible visto o sentido, por donde percola la percepción, nos lleva a verlo
así. ¿Que estará en el campo de la opacidad en este asunto? ¿Hasta donde nos
permitirá llegar nuestra conciencia apocada en estos tránsitos de alta
velocidad informativa? ¿Estará a salvo de esta práctica intensamente
contemporánea el manejo de asuntos relativos al motor energético del mundo? ¿Estará
a buen resguardo el petróleo, en especial sus noticias, de esta cobija de
relevancias, de obviedad? ¿Estaremos siendo testigos legítimos o convidados
circunstanciales del mundillo de lo que se dice? ¿Será por aquello que si se
dice algo tiene de cierto?
Los riesgos
son altos si aceptamos esa doble posibilidad de ser testigos o convidados del
proceso de creación de conceptos a partir de los juegos interesantes y rítmicos
de noticias o sujetos noticiosos. La capacidad de convertir esas noticias, que
entre otras cosas no necesariamente son toda la verdad, en informaciones procurará a su vez más riesgos en la
inmunodepresión a la manipulación mediática si se trata ahora de la realidad o
realidades que surgen desde el espacio económico, político y cultural que
aporta la dependencia al modelo de desarrollo y al petróleo como catalizador de
ese modelo. ¿La realidad será a favor
del petróleo o del modelo de desarrollo si: a) la información se origina desde
un aliado del proceso o; b) será en contra si se produce desde los contrarios
al modelo y el negocio?
2. Otra realidad, pero enmudecida por
el mass media
En la producción de información y su distribución se incluye otras
vertientes, solo que, a menos que se conviertan en best seller (otro
producto mediático), opiniones y contribuciones más acabadas en contra de la
tendencia de este mundo dominado por el petróleo y sus grandes verdades, éstas
tendrán la atención de los distribuidores. Por cierto que no se trata tanto de
verificar la clausura a la que los medios y distribuidores de información nos
imponen, se trata es de evidenciar la disponibilidad inmediata del expectante (el comunicando). Sucede este
solapamiento con la discusión que vienen propiciando muchos pensadores y
técnicos que ven en otras energías posibles salidas al modelo petrolero, bien
buscando más hacia lo económico o bien buscando más el equilibrio ecológico.
Una de las
percepciones que más se explotan cuando se habla del petróleo en los días
iniciales del siglo XXI tiene que ver con la agonía de las reservas. Los
precios y los desequilibrios en los mercados financieros aledaños al sector
industrial petrolero basan sus explicaciones en las merma de reservas aunque
por ahora parezca un problema de alto consumo[4]. Lo
que normalmente no se aclara es sobre qué reservas se habla, si de los
depósitos de las empresas petroleras en suelos propios o de las reservas en
mina en los países productores. No obstante la aparente sobreexplotación de este
recurso, la sensación de carencia, de inminente falta que se asocia a poca supervivencia, los temas de
energías alternativas sigue siendo un asunto limitado para esa inmediatez de la
noticia y la crónica de la antes escribimos.
La cotilla,
la conversación diaria, el tema ligero del cual conversar en el café, en el bar
o en el transporte colectivo y estaciones, se dirige a la evaluación de la
noticia sobre precios del crudo, gasolina, gasóleos; enseguida surge el punto
de quiénes son responsables de ese deterioro. Lo normal es que el dirigente de
un país productor, o la organización o grupo de productores, termine siendo
candidato a la antipatía del consumidor de noticias y productos derivados del
petróleo.
Por otra
parte, las compañías distribuidoras de productos y servicios derivados de la
industria petrolera vienen asumiendo campañas dirigidos a la construcción de un
criterio ecologista, de conservación y bajo consumo energético. Sin embargo la
tendencia noticiosa fundamental es a seguir observando los escenarios que
produce el petróleo, en particular lo que tiene que ver con las marcas
modélicas que impone como generador de cultura empresarial, de ingeniería y tecnología.
A la larga, esta industria de la energía fósil junto con la industria militar, terminan
imponiendo el sentido[5] a los
patrones de calidad internacional[6],
patentes y protocolos de homologación.
A pesar del
importante soporte que ofrece al fenómeno de la globalización, especie de
socializador de esta nueva generación centurial, los usuarios de energía aun no
asumimos los otros recursos energéticos existentes. Entre otras cosas por una
dependencia especial a un objeto civilizatorio puntual que es el automóvil.
Este recurso de desplazamiento, y el transporte en general, se mueve a base a
carburantes fósiles; pero la crítica que se ventila en la discusión cotidiana
sobre estos nuevos tipos de energía se concentra en la limitada velocidad que
podrán alcanzar los vehículos con el uso de estas energías alternas a la
gasolina. La percepción sobre la demora conviene más a la conciencia del
traslado seguro o eficiente.
La sangría en carreteras producto de accidentes de tránsito por exceso
de velocidad y consumo de alcohol, indefectiblemente reprochable por nuestro
adulto interno, no ha logrado hacer coincidir ese adulto interno con nuestra
opinión primaria que desecha las energías alternativas para uso inmediato en
automóviles. Las últimas modificaciones en el mundo en materia de legislación para
el control de tráfico y conducción de automóviles revelan lo difícil que
resulta a la sociedad controlar el impulso de la velocidad, hito de la
civilización moderna y posmoderna, a pesar de ir en contra con el sentido de
preservación instintivo, lógico y consciente.
En esta
discusión, necesaria para entender la dinámica de imaginarios sociales
asociados o derivados de una vida bajo el encendido del petróleo y su
industrialidad, surge el escenario del agotamiento del petróleo. El ejercicio
de imaginarse un mundo sin petróleo ha sido tema de películas y literatura. El
pasado, el presente y el futuro son establecidos a partir del petróleo.
Imaginarse el mundo de la piedra, del bronce y el hierro es materia de
recuerdos pesados[7].
La ligereza y luminosidad alcanzada a partir de carburar el óleo de las piedras está sosteniendo
desde las verdades, las realidades y hasta los mundos posibles. El gran reto es
lo costoso que sigue siendo este recurso y su infraestructura energética[8].
Los
combustibles provenientes del petróleo realmente han acortado distancias y
mejorado el trámite comercial como lo indica Jeremy Rifkin[9], autor
norteamericano, quien pronostica una apertura en el régimen energético mundial,
lo que hace obvio que existe una dictadura del petróleo en este sector. Ahora, ¿la potencia de esa dictadura hará lo
suficiente como para impedir la discusión abierta del asunto energético y los
manejos políticos y comerciales del petróleo? Las percepciones necesarias a
estimular podrán ser susceptibles de control por tan poderosa empresa
dictatorial.
El asunto
de las energías alternativas y las inversiones que se hagan sobre estas tendrán
que superar el control por patentes, tecnologías y protocolos industriales que
tienden a atrasar adelantos y otros desarrollos[10].
Valdría preguntarse si muchos de estos no estarán bajo la propiedad intelectual
de las compañías petroleras y consorcios filiales. La pregunta es viable si no
despreciamos la opacidad, pues es claro que el modelo energético-petrolero se
mantiene intacto a pesar de las noticias de logros en materia de combustibles y
motores alternativos. Mientras, nos queda saber que como relevancia en esta
discusión de energías alternativas está la posibilidad del hidrógeno que
también tendrá alguna opacidad, la que podremos ver en la siguiente
contribución de Rifkin:
“El hidrógeno
es el elemento más ligero, más básico y más ubicuo del universo. Cuado se
utiliza en forma de energía, se convierte en el combustible eterno. Nunca se termina y, como no
contiene ni un solo átomo de carbono, no emite dióxido de carbono. El hidrógeno
se encuentra repartido en todo el planeta: en el agua, en los combustibles
fósiles y en los seres vivos. Sin embargo, raramente aparece en estado libre en
la naturaleza, sino que tiene que ser extraído de fuentes naturales.”[11]
El usuario
final podrá consumirlo y ¿quién producirá ese hidrógeno raramente libre? ¿Habrá liberación de las grandes compañías
energéticas? Estas compañías que manejan los hidrocarburos son petroleras
porque trabajan petróleo, pero ¿su negocio es el petróleo? Valdría la pena
pasearse por este dilema, porque el negocio, como otros muchos que conocemos
tienen otro objeto y terminamos creyendo que venden hamburguesas (caso de
McDonald’s reportado por Jonathan Low y Pam Cohen[12])
como negocio y resulta que su negocio real es el alquiler de los terrenos de
emplazamientos de los centros comerciales ¿Quién capitalizará esa ventaja
invisible[13] de estar posicionado por años en el negocio
energético?
“Para muchas personas, la
posibilidad de que nos estamos quedando sin reservas necesarias de petróleo barato para mantener en pie el estilo de
vida industrial resulta tan inimaginable que probablemente contemplarán con
incredulidad la simple idea de que tal cosa pueda suceder, con independencia de
cuántos estudios se realicen sobre la materia. Nuestra preocupación es
comprensible. Es raro que las sociedades respondan a un cambio anticipado en sus circunstancias. Pero
cuando este cambio potencial puede afectar radicalmente al conjunto de nuestro
estilo de vida y al propio equilibrio geopolítico del mundo en el que vivimos,
la indiferencia colectiva conduce irremediablemente al desastre”[14]
La
realidad a la que nos enfrentamos es la que surge de una cultura de más de 100 años
comandando las vidas ciudadanas, nacionales y religiosas. No sería presuntuoso
adelantarse a vaticinar que el cambio no vendrá por otra vía que no sea la que
proponga el imaginario social de progreso que se observa desde la civilización
argumentada por las comodidades del petróleo que nos llevará a una determinación
sociológica[15],
pues todo lo observamos a su través.
Lo que
sigue es continuar enfrentándonos a los sucesivos develamientos de asuntos de
la historia inmediata que evidencian ahora las opacidades formales de
confrontaciones bélicas, distinciones políticas y fomento de regímenes
políticos que a todas voces siempre tuvieron que ver con el asunto petrolero
pero que oficialmente se aparenta con gestiones de humanidad no obstante los
métodos de exterminio en algunos de los casos. Las mismas necesidades de
noticias y el entretenimiento ha aventado a personas y profesionales a esas
realidades en plenos desarrollo y luego surgen testimonios, tal vez parciales,
como este firmado por el periodista pakistaní Rashid Ahmed:
…”Casualmente me
encontraba en Ashjabab el 12 de diciembre de 1991, cuando tuvo lugar allí la
reunión de los dirigentes de Asia Central, para tratar el desmembramiento de la Unión Soviética y la
independencia de sus países respectivos.
Todos ellos eran
nacionalistas a desgano, muy temerosos ante las perspectivas de perder la
seguridad y el apoyo del sistema estadal soviético, así como la perspectiva de
enfrentamiento por si solos al mundo exterior. Al cabo de unos meses cuando sus
economías se vinieron abajo, resultó evidente la importancia de sus recursos
petrolíferos y la necesidad de oleoductos. Entablaron conversaciones con las
compañías petroleras accidentales a tiempo que seguían las conversaciones entre
Kazajistán y la compañía norteamericana Chevron”…[16]
“El Gran Juego
actual se dá también entre imperios que se expanden y contraen. Mientras una
Rusia debilitada y en bancarrota trata de conservar las que todavía considera
sus fronteras en Asia Central y controlar el flujo de petróleo del Caspio a
través de oleoductos que atraviesan Rusia. Estados Unidos se introduce en la
región ofreciendo la construcción de oleoductos que no pasarían por Rusia”…[17]
El negocio
del petróleo no llega hasta un problema de cuentas y concesiones; políticamente
genera escenarios que sirven a la vez para el juego de las percepciones y
demoras en la conciencia. No obstante, el tráfico histórico va concibiendo
posibilidades como la de comprender procesos a partir de lo que se nos oculta.
Esta es una vertiente contundente del proceso de observar y apreciar, lejos
queda de nuestra propuesta teórica la de consumir lo simple visto o especulado.
Sus vertientes nacionales están a continuación.
Concluyendo por ahora
1. Los mass
media tienen su mercancía bien delimitada: la realidad. Los mass media son
parte de corporaciones trasnacionales o tal vez nacionales colegiadas con los
anteriores. Los temas y escenarios de la verdad intervenida, de la historia en
desarrollo actual son de interés o publicables sin convienen al mecanismo de
producción de realidad, de dinero en consecuencia y de reproducción del poder
hegemónico al que defienden. El petróleo, la verdad, el hidrógeno y sus
posibilidades, la guerra y sus secuelas económicas serán vistas o ensombrecidas
si así se amerita.
2. Lo
evidente es que todos estos escenarios han sido modificados en los mass media
tratando ferozmente de inducir una realidad, por cierto favoreciente del modelo
hegemónico del imperio, las corporaciones y sus derivados países o conjunto de
tales.
3. Queda
claro que la realidad es la mercancía, la que hay que producir y luego, en su
valor de uso y cambio, transmitir y certificar en la transferencia física del
medio, su encriptamiento y configuración como historia, la que será nutrimento
de sociedades completas y constructora de los cepos de futura esclavización
post-contemporaneidad.
4. La
realidad y la historia verán su versus o su hacia dónde van, en la medida que
los mass media la ven y valoren su cualidad e importancia. Pero podrán ser
rebatidos estos cepos en la medida que el consumidor del mass media, el comunicando sea capaz de saltar su
dominación y su subordinación al juego del receptor morboso de noticia e
informativos y al emisor también morboso que los usa para entretener, pero
además para hacerle la noticia y la información apetecibles y vigentes a la gente. La historia pasa a esperar su
tiempo de historiadores insurgentes, pues los vestigios y el dato son cada vez
más fáciles de enrarecer u ocultar aunque científicamente pareciera que no. Vendrá
el tiempo de la disciplina, la profesionalidad y la veracidad.
5. Se repetirá la historia de la
desaparición de los dinosaurios, los mass media si no se adaptan a la veracidad
-que siempre insurge, desaparecerán primero que el calentamiento global. La gente tiene sus válvulas de
reequilibrio y la realidad (aunque esquiva) tanto como la historia (muy compleja),
son humanas, trascendentes e inevitables.------------------------------------------------------
Eudes Navas Camacho
Mayo2014.
[1] Medios de comunicación masivos o de
masas
[2] Luhmann,
Niklas. (2000). La realidad de los medios de comunicación. Barcelona:
Universidad Iberoamericana Anthropos
[3] Medina, Willy Rojas. Visitado 12 de junio
de 2006. Bush y Bin Laden Socios Petroleros y de Guerra. http://cambioperu.webcindario.com/bushybinladen.php
[4]Robinson,
Matthew, visitado el 28 de junio de 2006.
http://lta.today.reuters.com/news/newsArticle.aspx?type=businessNews&storyID=2006-06-26T211521Z_01_N26442173_RTRIDST_0_NEGOCIOS-MERCADOS-PETROLEO-SOL.XML
[5] Luhmann,
Niklas.(1998). Sistemas
Sociales. Barcelona: Antrophos/ Parsons,
Talcott (1984) El Sistema Social. Madrid; Alianza
[6] López
Carrillo, Amyra y Lizzete Quirós Martínez.
Origen Normas Iso. visitado 28 de junio de 2006 http://www.itlp.edu.mx/publica/revistas/revistali/anteriores/diciembre98/iso9000.html
[7]
Rifkin, Jeremy. (2002). La
economía del petróleo. Barcelona: Paidós.
[8]
Idem. Pp 16
[9] Rifkin,
op cit
[10] Ortiz-Villajos, José María . Importancia de las
patentes para los primeros fabricantes de máquinas de vapor en España: Nuevo
Vulcano, La
Maquinista Terrestre y Marítima y Alexander Hermanos. Visitado el 26 de junio de 2006
http://www.usc.es/estaticos/congresos/histec05/b4_ortiz_villajos.pdf
[12] Low,
Jonathan y Pam Cohen K (2004) La Ventaja
Invisible. Barcelona; Ediciones Urano
[13] idem
[16] Ahmed,
Rashid (2001). El Islam, el petróleo y el nuevo Gran Juego en Asia Central. Barcelona; Península. Pp 222
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