Navas-Camacho, Publicado atendiendo al tema de los próximos 500 años de la ciudad de Coro.
Una contribución que se mantiene. (Ver en https://www.academia.edu/43715955/Navas_Camacho_Eudes?email_work_card=thumbnail)
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El Coro invisible tras comején y venciendo penas
La región coriana, debido tal vez a su ubicación geográfica, es puerto obligado de todas las influencias que
merodean las costas septentrionales del continente. Lo es de las influencias europeas y africanas, que se
han desplazado por las aguas del Mar caribe y en la interacción que regiones afectadas de estas
transculturizaciones, operan entre sí.
Eudes Navas Soto. (2005). Entre Corianos te veas.
1. El Coro invisible de todos es una ciudad hoy día. Pero los políticos la han renombrado varias
veces, re-agregando el epónimo Santa Ana argumentando –cuando lo han hecho, que el día de su
fundación corresponde en el Santoral católico a Santa Ana, la abuela de Jesús. Así entonces, en la
historia que maneja el público en general quedó nombrada esta ciudad como Santa Ana de Coro.
Si de santoral se trataba, pudo haber sido otro el epónimo, porque para ese día el santoral de la
Iglesia Católica tiene además de Santa Ana, a San Austindo, Santa Bartolomea Capitanio, San Erasto
de Corinto, San Jorge Preca, San Simeón de Mantua y San Joaquín, más los beatos. La de más
influencia debió ser la primera de las nombradas. Por cierto, está San Joaquín, su esposo y también
abuelo de Jesús, pero por alguna razón -que seguro se sabrá pronto, fue la abuela y no ambos. ¿Lo
podremos determinar? ¿Es importante esto? Pues sí, mientras más sepamos mejor concluiremos
sobre las determinaciones que nos interesan.
Hasta ahora se destaca una especie de romántica sobre Coro. Poesía, cantos, pintura, son los
recursos para hablar de Coro y luce mucho. Pero a nuestro juicio prevalece esta romántica, ¿quién
sabe si es por falta de otro recurso para descifrar, describir, explicar a Coro y su contenido
trascendente? Por ello se plantea como propuesta articular ideas e historia sobre Coro en algo más
acabado como un programa que permanezca en el tiempo. La propuesta como tal no es una
revancha patriotera contra la curia, ni el solaz de las casonas contra la ruina, tampoco el insulto del
busetero contra el viejito desamparado por el alcalde. No es la insulta (que significa asaltar) contra
la consulta (que significa pedir consejo) lo que nos mueve, es la necesidad de hacer el trabajo de
historiar Coro.
Hoy debería ser propio de la gente de Coro, saber bien qué es Coro. Verla, que no sea invisible en
su esencia. Hasta el momento nos atrevemos a decir que no se sabe bien qué es esta región (o si es
más que región). Lo que si hay es una seguidilla de notas, informaciones, repeticiones, slogans,
mucho internet y ciber curiosos tratando de identificar, caracterizar o simplemente denominar
como ciudad lo que es una realidad histórica. Esta deformación acarrea enfoques viciosos derivados
del hábito dogmático de creer una verdad que se cuenta, por eso, lo que es sabiduría ya no es lo
importante.
2. Coro es un sustantivo propio. Y un sustantivo es un identificador. Ahora, ¿Coro es un identificador
propio de un lugar o por propiedad identifica un lugar, un espacio? Pero Coro, hasta donde
conocemos, está en la línea de la impostura católica que nos llegó desde las carabelas. Es claro,
porque antes no había nada que se llamara Coro en esta región. O es que ¿antes había un lugar de
gentes que se llamara Coro? Entonces cabe preguntarse ¿Con qué origen filosófico, con qué
sustento ideológico se nombra esta región tal como se conoce hoy? Así también vale preguntarse
¿cómo fueron descubiertos los otros nombres de este territorio que a menor escala se difunde?
Esta postura nuestra, que nos coloca ante estas preguntas, tiene el propósito vertiente de
develación contra lo que sabemos ha sido invisibilizado intencionalmente. Coro es nuestro territorio
y región de interés en estudio.
Navas-Camacho, Eudes
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Ya hoy no basta la batería de respuestas que conocemos. Ni Coro como fundación moderna ni la
denominación de Curiana, por ejemplo, deben ser intocables; esto es fundamental. Investiguemos
incluso sobre la propia seguidilla de datos disponibles, archivos, autores y sobre las nociones con las
que nos socializaron. El papel no puede aguantar todo, ni las Escuelas de Historia pueden seguir
modernizando lo que aún no está develado. No se puede dejar solo al inocente de la historia.
3. La idea es que nos aprestemos a desarrollar un programa de investigación histórica sobre Coro.
Coro con toda seguridad es más que aquello que la gente del siglo XVI confundía con Venezuela,
como así la llamaban. Estas cosas hay que establecerlas en el desarrollo de un programa armónico,
complejo, evaluable pertinentemente, donde también trabajos anteriores -realizados por generosos
historiadores y ensayistas, sean parte de ese refuerzo conjunto. Una visual distinta, es la intención
que queremos agregar a lo que hasta ahora ha sido individual, suelto, poco apoyado y de baja
difusión/discusión que ha terminado en detrimento de aquellos esfuerzos que asumimos fueron
honestos, pero eso es poco y lo saben sus autores por la propia naturaleza del Coro que buscaron
historiar.
Esta propuesta trata de: completar bajo un programa científico la búsqueda de una historiografía
generosa, que milite en un proyecto de gentes, del colectivo y de abundar en las posibilidades
tecnológicas actuales, más las que se puedan generar, para la ampliación de fuentes, archivos,
registros, consultantes y producciones con valor. Además tiene la tarea de generar su cuerpo
teórico, sus categorías de análisis y hacerse su método, esta vez, inspirado en la clave de la
transformación y no de la divulgación de saberes de otros. Será el despliegue de Coro con la historia
y cómo trasciende desde su gente, que es y debe ser, el generativo para una teoría completa,
armónica, cordial y sustentada. En principio y gracias a una preliminar pesquisa, este programa debe
contener vertientes base, que por su puesto habrán de discutirse y estructurar. De momento
propongo algunas, estas son:
• Coro se funda desde una sociedad política extraña:
No había Coro antes de su fundación. Este problema existe desde el 26 de julio de 1527 y ha estado
girando en torno a la figura moderna de la fundación de ciudades por la Hispania en un continente
ajeno a ellos. Desde entonces se refieren fuentes y toponímicos según el quién lo haya publicado o
contado antes, siempre sobre el in- fundio que se trasmite acerca de Coro. Y por aquí la propuesta
de establecer un determinante para entrar en la búsqueda más apreciada para la historia que es
develar.
La tradición del in-fundio deviene de otro infundio más clásico. Infundio proviene del latín y es un
vocablo que en principio se relaciona con testimonio, argumentación o acusación sin fundamento,
pero también con otra formación latina infundere o infundir (como la conocemos en castellano)
que es sinónimo de introducir. Por esta doble posibilidad recurro al idio -término in-fundir, porque
al separarlo se revela el negativo con in y la palabra fundio se explica por si sola.
• Coro y las naciones: originarias, las relacionadas, las transformadas, las devenidas:
La problemática de la Ciudad desde el punto de vista científico y más desde la ontología, es una
minucia. El investigador tiene que entender que se trata de un complejo mundo donde lo
importante ha sido la gente y ésta aferrada a un territorio, referencia esencial antes, durante y hasta
hoy. No hacerlo es continuar la seguidilla y simplificar más, re simplificar hasta llegar a vulgaridades
de opinión como: “a Coro no le han hecho una obra para este cumpleaños”, “la ciudad da pena” o
que sus autoridades ni siquiera tienen un perol en el que errar si de orines se trata.
Navas-Camacho, Eudes
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Todo apunta a que en Coro había gente antes de su fundación: Los Caquetíos, una Nación con
sustantivo propio. De estos se conocen solo algunas conclusiones sobre su versus La Hispania. Así,
poco se establece sobre las naciones involucradas y decisiones que molestaron, afectaron,
disminuyeron, desplazaron, todas incluso, sobre estas gentes que estaban en su vida plena: hay que
determinar en qué se transformó esas gentes luego que el invasor propiciara su paz a lomos de
caballo, bombarda y arcabuz. La Nación que estaba aquí fue derruida y debe establecerse bien ese
proceso y develar cómo eso funciona hasta hoy. La gente fue despojada de su poder por un poderío
alienígeno.
• Coro y su gente es distinto de su Gente y Coro
Prevalece la constante coriana a citar personas. Eso es una lógica moderna. Fulano de tal, vecino
de…, hijo de zutano, de oficio, domiciliado en…; todas estas categorías demarcadoras de la persona
vinieron con la corona que se impuso. No obstante el coriano le agrega una distinción de valor y es
que reconoce el valor que le ha agregado esa persona por mejorar el vivir del prójimo. Así mismo,
entiende el coriano a la agrupación o conjunto de corianos que hacen algo por lucir su gentilicio.
No hace falta nacer en el territorio, basta que se haga coriano por asimilación justa y orgullosa. Es
en este contingente de gentes donde han surgido los aportes. Todo en la historia tiene su lugar y su
valor, pero hasta ahora los valores sobre Coro van quedándose en pocas palabras, pocos nombres
difundidos, pero hay muchos otros a los que también hay que atender porque sus aportaciones igual
son parte de nuestro alcance teórico, porque son los que transforman día a día, para ellos este
programa.
Ibrahim López García, Rafael Sánchez López, Alonso Gamero, Secundino Urbina, Pedro de Armas,
Omar Hurtado, Servando Garcés, Chema Saher, Alí Primera, Eudes Navas Soto, María Chiquitín,
Olga Camacho, Mano Peche Ugarte, Antonio Ludgiero Correia, Otto Bueno, Ildemar Rodríguez, El
Garúa, El Chupulún, Los bodegueros de Coro, Mano Benche, Mano Billo, Ramón Guanipa Arias,
Monche Moizant, El Restorán de Estílito, La Coral Falcón, José Nicolás Mendoza “Conca, Chive Mora,
La Billos Coro, El Grupo Escolar JCF, El Liceo Cecilio Acosta, Los profesores de Coro como Alberto
Furzán y Diógenes Barreto, los bachilleres educadores, El Ateneo de Coro, Rolando Chirinos, La
Revista Polémica, La universidad de Coro, Polito Acosta, Rafael Calles Sierra, Antonio Smith, Rafael
Gallardo, La Sra. Chirino (La Coneja), Los taxistas de Plaza, los porteros de Coro, Camilo Antonio José
Pinedo “Bululo”, Las enfermeras de Coro, El bus Coro La Vela, Los religiosos, Los cronistas, los
bicicleteros, Miguel Camacho, Las maestras de siempre, los signos, los dichos, los refranes, León
Camacho, Radio Coro, los judíos de Coro, los inmigrantes a Coro, los curiosos, la Sra. Aurelia de Jesús
Chirinos Reyes (La Sra. Yeya la que quitaba el maldiojo), por ejemplo, estos que uno ve, pero que
son muchos más juntados con los que usted puede agregar, la condición es que agregaron corianía.
El gran reto investigativo es rescatar, organizar y difundir sus aportes y, cómo los lograron, deben
ser temas del programa de Estudios Histórico Coro.
• Las fuentes de saber sobre Coro
En el plano de las propias fuentes de información, de documentación, de apoyo a la pesquisa
histórica, hay que asumirlas como un tema a investigar. Las actuales, las posibles y las que se puedan
generar porque lo tecnológico es histórico también. Conviene entonces profundizar en: qué
tenemos, qué hay por allí que aún no se le ha atendido con rigor y respeto. Hay guardas populares
de tesoros históricos, hay también los divulgadores naturales y ejemplo del respeto por la corianía
como valor, ambos han de ser atendidos. Coro, si se quiere, es en realidad un museo y biblioteca
viviente que se le esconde a la gente gracias a la seguidilla, a la simplificación, al gerundio doxo.
Navas-Camacho, Eudes
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El problema del origen es un problema de compromiso revolucionario con la propia vida y la historia.
No es un asunto para politizar aunque es muy político cumplir con la justicia del conocimiento que
es también cuidar las fuentes: archivos, colecciones, saberes en oralidad. Estas hacen pensamiento
científico y en caso de la oralidad la vida es además pulso y esperanza. En Coro hay quienes guardan
esto y es necesario atenderlos.
El guarda historia coriano tiene la perspectiva de la distinción, sino no hubiera hecho tanto esfuerzo
en sus resguardos, en el respeto de esos contenidos y valores para todos. Son la parte práctica de
un científico en mies o en ciernes, pero que ya es capaz de descubrir nuevos objetos, de desarrollar
un discurso y una epistemología y lo demuestra con el cuidado, selección, difusión y respeto por
esos elementos que traen historia. Es un caso imperturbable de compromiso con la Historia y parte
del programa propuesto. El alcance estará mediado en la superación de la subsumisión teórica
heredada desde la colonia y el desprecio inducido a lo propio.
• La tarea: explicar desde lo histórico y transformar Coro
Es preciso transformar Coro en un proceso explicable, no en un valor de referencia o producto
ahuecado por falta de corianía en estos tiempos. La referencia tiene maña y se ha hecho contenido,
por eso se sabe tanto menos de Coro mientras más hablemos de ella, no se devela qué es
históricamente. Hasta ahora la gente necesita explicaciones, no solo saber de los deterioros físicos,
sociológicos, políticos, generacionales. Sabemos cosas que se les dio un valor de interpretación y así
se ausentó a la gente y se le puso a mirar acontecimientos y padecer deterioros.
Coro es un proceso y eso es indiscutible. Hay un pueblo desarrollando vida permanentemente pero
se le ha dado valor a otras cosas y ha sido desde la hegemonía que la ejecuta, usa los propios
corianos lúcidos, la Historia y hacia abajo las escuelas y liceos. Esto es un problema a resolver y es
parte de no tener la habilidad social de explicar, porque esa función se le endosó a otro y este -en
un plano institucional, llámese Estado, llámese sociedad civil, llámese cofradías, llámese sociedad
de amigos, llámese comoquiera-, ejecutó el método, leyó los documentos y formó una armazón
argumental como la que se conoce y es familiar, por tanto un atavismo a transformar.
En conclusión, El coriano es un sujeto histórico, no un ciudadano atascado en un caballete
argumental formal. Nosotros decimos es un implicado histórico. Nuestros estudios nos han puesto
ante esa lumbrarada. Es más, Coro parece un romanticismo ahuecado por que lo han dejado en
mitos y leyendas, tradición mediterránea y luego viene el misterio a color judeocristiano: la
marianía, la primigenia. Eso no se explica porque no hay una consistencia teórica, ¿de qué mitos
hablamos? ¿Qué historia fabulosa conoce usted de Coro? Igual nos pasa con las leyendas. ¿Recuerda
usted una leyenda auténticamente coriana?
Por lo dicho proponemos El programa de investigación histórica sobre Coro. De confección abierta,
con participación multidisciplinaria y sobre disciplinaria, de alcance formativo, organizativo, de alta
difusión y generador de transformaciones en la Historia como disciplina científica con propuesta
teórica propia, donde el valor es el vivir de la gente y su utilidad es la explicación necesaria, justa,
digna para que la gente asuma su soberanía en la vida y en la historia. Desde este territorio que no
se siga confundiendo a Coro con lo detenido, ni con comején y ni con penas.
Eudes Navas-Camacho
Coro; Julio 2019
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