Hay una actuación gubernamental que tiende a resolver problemas de incapacidad instalada vía expropiación forzosa?
La expropiación forzosa es una actuación de carácter administrativo que despoja a una persona de la propiedad por causa de utilidad pública o interés social, teniendo como condición fundamental el pago de un justiprecio. Este detalle formal puede aclarar los escenarios también formales, pero los escenarios políticos se convierten en mercados boyantes de especulaciones.
En estos últimos momentos en Venezuela se ha procedido a expropiar empresas del sector agroindustrial, de aceites y lubricantes automotrices, de factorías de alimentos, entre otras. En una sociedad donde la oferta de ser propietario es casi más esencial que existir, las reacciones no se hacen esperar, siendo estas en general politiqueras, capciosas, procaces, en general reacciones vanas si de lo que se trata es de opinar, valorar, adversar o apoyar.
Si bien, la mediación noticiosa hace ver esta actuación administrativa como la concresión -de parte del Estado venezolano- de un plan perverso contra la propiedad privada, la observación de lo que puede encerrar este tipo de medidas debe ser asumida en la dimensión de los otros temas, los que se dejan de tocar, que están segados por la borrasca mediática y por la defensa osmótica de los aliados políticos del gobierno.
Lejos de incorporarse a la discusión administrativista, formal, la pretensión actual es adicionar elementos importantes, tales como ¿a que apunta en realidad esta estrategia? se trata de justicia social, de aplicación taxativa de la ley? Se trata de aportar una visual que abra otros tema y en la complejidad nos coloquemos donde nuestro aporte sea más nutritivo a la discusión.
En Venezuela, hoy por hoy existe una declaración resuelta en la formalidad del discurso político y en la concreción de textos legales de un movimiento -al menos conceptual- orientado hacia una forma socialista. Hay una gran parte de la población que afirma aceptar la noción socialismo como algo real y favorable; hay otra parte de la población que siente que el socialismo le afecta. Lo concreto es que mientras no se termina de definir el socialismo (cosa que creo no es tan útil en términos cronológicos), comienzan si a concretarse los fantasmas de aquel socialismo conocido propagandísticamente, socializado, que está ligado a comunismo y comunismos identificado como el autor del fin de la esencialidad de vida que es la propiedad privada, en el sentido expresado en párrafo anterior. La expropiación forzosa, reconocida en la legalidad internacional como un acto adminsitrativo legítimo, normal, pasa a convertirse en una muestra del avance de ese socialismo que en otrora, la "historia habia desechado por ineficiente y cercenador de derechos fundamentales".
En el caso concreto de la expropiación forzosa de Agroisleña, los considerandos abren posibilidad a la interpretación de la manifiesta incapacidad del Estado a resolver lo que ese oligopolio si podía, controlar todo el ámbito agrícola industrial asociado a la alimentación del país y el desarrollo de las actividades productivas. En el desarrollo del decreto se puede apreciar como hipótesis que al entrar en servicio la capacidad instalada de Agroisleña, esta vez en manos del Estado, se estaría resolviendo el problema detectado expresado en los considerando y cuerpo del decreto. Esto es dificil vaticinarlo, pero queda expreso allí. Si no se diera ese supuesto cabe preguntarse, ¿qué estaríamos provocando como Estado?
La incapacidad instalada del Estado debe resolverse de modo integral, por supuesto también se hace necesario y es de perogrullo imposibilitar actuaciones empresariales, institucionales extralegales o en violación clara del cuerpo de leyes de la República. Ese modo integral tiene que considerar que el problema no es de física de los elementos, de los productos, de tener o desarrollar las maquinarias, el asunto es de una actuación de ingeniería revolucionaria sobre el pensamiento y los métodos. Expropiar suena siempre al problema de la propiedad, entonces la solución del campo venezolano es un problema de propiedad fundamentalmente?
La retórica de la agroindustria puede estar encausando un propósito de Estado a una emboscada de sustitución de ejecutores pero con la misma manera. Realización y trabajo socialista en el campo, en las universidades, en las factorías, en el mar, en la artesanía, en el arte, suena más de acá. Que se seque lo que no sirve, el Estado tiene maneras legales y legítimas de hacerlo. La tarea es que florezca la idea: el método socialista, la ruta que construye y la realización que deja frutos perdurables, sin depredación y tiene a el trabajo y las relaciones entre humanos como sus energías y comunicaciones vitales.
Será lo mismo sustituir los verdugos y poner a socialistas a accionar la guillotina, el resultado cuál será?
En el caso de la expropiación forzosa de Agroisleña no dejar de ver esta referencia: http://150.188.8.226/cgi-win/be_alex.exe?Documento=T020700038452/1&Nombrebd=bibconsulta&term_termino_2=\\mirror/pgr/alexandr/db/bibpgr/edocs/2010/39523.pdf&term_termino_3=&term_termino_5=pdf&term_termino_4=%201-4&ForReg=http://150.188.8.226/light/pruebagaceta/gaceta1.htm&TiposDoc=S
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